Rico

Estos cuatro pequeñajos adorables son los supervivientes de los seis que entraron en la perrera para los que se pedían casas de acogida.

Están creciendo fuertes y sanos, son buenísimos y muy majetes.

Todavía son muy pequeñines para entregar, pero si siguen creciendo a este ritmo…dentro de nada estarán disponibles.

Los enanos están adorables todavía un poco jetas comiendo papillas con el biberón… pero ya han cumplido su primer mesecito y empiezan con el pienso.

El circo cuando salen en tropel de su jaula es para vivirlo.

Mientras tanto… os deunas fotos de cómo van creciendo.

Los pequeñajos siguen creciendo felices y contentos.

Es difícil sacarles fotos cuando están de fiesta, así que casi todas son estando de relax. En una semanita o poco más ya estarán vacunados y ¡¡listos para ser adoptados!!

De la hordita original ya solo quedan dos hermanitos… Kowalsky y Rico.

El pequeñín sigue teniendo la mitad de tamaño que su hermano, da sensación de fragilidad… le alimentamos 3-4 veces al día con papilla en biberón y por lo menos…va creciendo que ya es mucho para el pronóstico que teníamos hace un mes.

Las esperanzas son buenas, él es más tranquilo que Kowalsky… pero sigue teniendo sus cosas de cachorrete: juega, corretea un poquito… pero la verdad es que después de los bibes hay que tener cuidado para que no lo eche todo.

De momento va bien y en breve volveremos a hacer pruebas a ver cómo ha evolucionado.

Está totalmente recuperado del megaesófago, para que veáis… os ponemos una radiografía que aprovecharon para hacerle el día de su castración.

Sigue en su casa de acogida con su hermano Kowalsky muy felices y contentos todo el día jugando, haciendo maldades… al fin y al cabo aún son cachorros.

Es muy muy cariñoso, de los que cuando se te acurrucan encima y les haces mimos terminan babeando de gusto 

Ha seguido creciendo y ya pesa 3,250… muy lejos del gatito frágil y débil que pensábamos que sería.

Tras muchos días controlando al pequeñín porque no crecía al mismo ritmo que sus hermanos, observamos que vomitaba siempre al rato de comer.

Se le ha desparasitado, tratado con primperam… y al final se le alimentaba con biberones porque así era la única manera de que no siempre devolviera.

Aunque ya teníamos una sospecha… ayer se confirmó en el veterinario con una radiografía: megaesófago congénito.

El pronóstico en principio no es bueno…pero lo vamos a intentar…tenemos la esperanza de que el pequeño crezca fuerte… y el megaesófago no evolucione a más… así que va a comer todavía durante una buena temporada sólo papilla en biberones para que pase directamente al estómago y va a tener muchos cuidados y vigilancia.

Seguro que nuestro pequeñín sale adelante!

Necesitamos padrinos que nos ayuden a costear las pruebas que ha necesitado, y también a darle todas las atenciones que en unas semanas sabemos que va a necesitar.