Grisito
Mira cómo es Grisito
La historia de Grisito
Grisito lleva más de dos años con nosotros. Es un gato extremadamente tímido con la gente, necesita otros gatos a su alrededor. Desde su casa de acogida nos dicen
Los primeros meses, cuando aparecía yo, se escondía debajo de una mesa y no salía. Después de muchas semanas, empezó a dejarse ver. Lleva más de un año en mi casa y solo le puedo tocar si está comiendo. Si le ofrezco golosinas se acerca, pero fuera de los momentos que implican comer se mantiene a distancia de mí. Es gato para gente con experiencia y a la que no le importe tener un animal que no pida caricias y que sea independiente.
Se lleva bien con los demás gatos.
Solo tiene los dos colmillos inferiores: le sacaron todas las piezas dentales porque la boca era un auténtico desastre. Las continuas infecciones le impedían comer y había que tratarle constantemente con antibiótico. Una vez sacadas las piezas, las encías dejaron de molestarle y come con total normalidad desde entonces
Un gato especial para alguien especial
Grisito lleva en acogida 4 años.
Es un gato muy, muy especial, extremadamente sensible a los cambios, pero tiene a su favor un carácter excepcional con cualquier gato, incluso con aquellos que no conoce.
En su casa de acogida ha ido mostrando cada vez más confianza, pero sigue siendo un gato que guarda las distancias con las personas. Eso sí, en las visitas veterinarias se porta muy bien; a pesar del miedo y la desconfianza, entiende siempre que su cuidadora o el veterinario no son amenazas, de manera que en las exploraciones se deja manejar perfectamente.
Es de carácter tranquilo e infunde un clima de tranquilidad si está con gatos movidos o hay pequeñas rencillas.
Nuestro querido Grisito sigue siendo un gato tímido que, a lo largo de sus años de acogida, ha hecho avances poco a poco.
Si bien se ha vuelto más confiado, el contacto físico con las personas, su acercamiento, le intimidan.
Una vez se le coge se deja manipular, pero antes tiende a huir, algo que nos da pena, porque es un gato con un carácter extraordinario para vivir con otros: buen compañero, tranquilo, de los que; si tiene sed, deja que otros beban antes que él.
Nunca se enfrenta con nadie y a cualquier gato nuevo lo recibe siempre sin amenazas.
Cuando está comiendo se deja acariciar perfectamente, lo que deja entrever que tiene cierta confianza, aunque en los demás momentos aflore ese miedo que le resulta tan difícil de controlar.
Grisito ha mejorado su confianza con el paso de los años (ya van 4 acogido!!), pero sigue siendo un gato muy tímido: no le podemos coger, con frecuencia ni acariciar, y solo permite acariciarle si está comiendo.
Quien lo adopte tiene que ser una persona muy especial, porque este gato es uno de los gatos más sensibles que hemos tenido. Es capaz de pasarse 5 días sin comer si algún cambio le trastorna. ANIMAOS!!
Grisito sigue siendo un gato desconfiado, al que no le gusta que le cojan ni le acaricien. No es un gato, sin embargo, agresivo; es tranquilo, sensible y amigable con otros gatos. Se lleva muy bien con Marla, otra gata adulta con la que convive y que se encuentra también esperando un hogar definitivo en Felinos Bilbao.
Dado su carácter y su edad, sabemos que es difícil que encuentre un hogar, ¡pero no nos damos por vencidos! Seguro que llegará alguien que sabrá entenderlo.
Grisito lleva 8 años en su casa de acogida y ya era un adulto por aquel entonces. Quien siempre ha cuidado de el nos cuenta:
La timidez de este gato sí da miedo; conmigo ha llegado a un equilibrio, y esto implica que a veces le puedo acariciar. Para cortarle las uñas tengo que ponerle un bozal: como no me ve se siente tranquilo y le corto todas sin problema alguno. Sabe en qué consiste el «ritual» y me deja hacerlo.»
«Cuando nos vamos de vacaciones al pueblo deja de comer los primeros días, y eso que llevamos compartiendo vacaciones en el mismo sitio todos estos años. Lleva fatal los cambios. Ya cuando entró en mi casa en 2010 dejó de comer y se pasó meses debajo de una mesa cuando yo entraba en la habitación. Para que él pudiera comer y los demás no le quitaran la comida, tenía que desalojar al resto de acogidos, salir yo también de la habitación, y entrar después de un rato. Esto duró unos cuantos meses.»
Es un gato al que quiero muchísimo pero que se bloquea con los cambios y deja de alimentarse. Debería adoptarse con Marla para tener una referencia en la que apoyarse pero se, como os decía, que ella tampoco se vende con ese carácter.
¿Habrá alguien ahi fuera para Grisito y Marla?