Mikaela
Mira cómo es Mikaela
La historia de Mikaela
Mikaela es esta preciosa gatita blanca. Ha tenido una camada que en breve estará en adopción.
Mikaela ya no está ingresada, está cogiendo fuerzas en su casa de acogida. Aún sigue bastante pachucha y con mucha medicación para evitar ataques de asma. También está tomando vitaminas, así que esperamos que pronto coja fuerzas y se ponga sana.
Se sigue necesitando ayuda económica para el gasto tan elevado que generó su ingreso y las medicinas que ahora necesita.
Mikaela está como nueva. Durante todo este tiempo ha mejorado muchísimo en su casa de acogida. Tanto, que hace mucho que no sufre asma, así que la damos por curada.
Eso sí, sigue necesitando una familia definitiva.
Hemos tenido que esperar un poco para tener fotos de Mikaela, ya que la pobre lo ha pasado muy mal, pero gracias a los cuidados de su casa de acogida, esta asi de guapa.
Esta curada y esperando su oportunidad. Quizas con sus nuevas fotos, le llegue pronto. Es una gata cariñosa.
No entiendo cómo nadie se ha fijado en nuestro trocito de algodón. Después de lo mal que lo paso, necesita una casa definitiva donde la quieran . Desde su casa de acogida nos dicen:
«Mikaela sigue tranquila. Si quiere mimos se acerca, le das un par de sobeteos y se va contenta, tampoco le gusta que le agobien mucho. Las latas no le hacen gracia y la jalea de malta tampoco, en cambio le encanta todo lo que sean snacks gatunos (galletitas de malta, barritas de pollo, etc.) y también te ronda cuando comes a ver si le das propina (pero no es pesada, se pone al lado con cara de pena)«
Mikaela está ingresada desde hace días, su estado es muy grave. El diagnóstico parece ser Panleucopenia Agravada por un proceso respiratorio.
Se necesita ayuda económica, ya que el gasto está siendo muy elevado.
Mikaela nos envía fotos desde su nuevo hogar, desde alli nos cuentan lo siguiente:
«Te mando unas fotos de Mikaela para que veas que sigue bien y lo bonita que está. Ya se ha adueñado de toda la casa e incluso de mi cama. Dormimos juntas y a menudo nos peleamos por el sitio. Al principio era una santa pero poco a poco ha ido cogiendo confianza y de vez en cuando ya nos empieza a hacer alguna travesura. Por lo demás todo bien y sigue siendo cariñosa y juguetona. Muchas gracias por la labor que haceis y por habernos permitido tener a Mikaela.»